La violencia de pareja o bien en el noviazgo, según el Instituto Mexicano de la Juventud, se entiende por: “cualquier agresión física, mental y sexual con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona”. También nos dice, que un factor para no darse cuenta de que eres una víctima, es la falta de objetividad al estar “enamorado”, pero no se debe confundir amor con maltrato.
Lamentablemente, es más común ver violencia de pareja o incluso familiar por la situación actual del aislamiento social en los hogares; ha ido en aumento el número de denuncias, entre ellas violaciones y violencia física, incluimos al estado de Quintan Roo, en su mayoría por parte del hombre a la mujer, cosa que no llega a sorprender, pues según datos del INEGI del 2019: “El 43.9% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación”. Pero debemos estar conscientes de que, aunque las mujeres se encuentran más vulnerables, también se llega a dar la violencia de pareja en relaciones del mismo sexo, y por supuesto, de mujer a hombre.
¿Cómo darme cuenta?
Cuando estás en una relación con violencia, existen varios focos rojos que te lo dicen, aunque muchas veces los ignoramos o se han “normalizado” con el tiempo. Por eso es muy importante tener en cuenta los puntos que presentamos a continuación al momento de elegir a tu pareja, pues incluso antes de empezar un relación puedes identificarlos, es solo que debes querer hacerlo.
Violencia de pareja física
La violencia física dentro de una relación, es la más visible y reconocible, pues se infringe un daño físico a la víctima por una agresión directa, y puede llevar a incapacitar o incluso matar a quien se le hace. Algunas actitudes típicas de esta violencia de pareja son:
- Te ha dado un empujón o apartado violentamente.
- Cuando se enoja mucho, piensas que podría pegarte.
- Te pincha o golpea con objetos punzantes, te lanza objetos peligrosos.
- Actúa como si fuera a matarte, amenaza con herirte con cuchillos, objetos punzantes o armas de fuego.
- Te ha hecho sangrar, te ha causado moretones o incluso mandado al médico.
- Si al menos una vez te pega, pellizca, tira al suelo, da patadas, pisotea, muerde, araña, tira del pelo, escupe, abofetea y/o te quema. En general, te agrede en cualquier parte del cuerpo.
- Te ha negado la asistencia médica aún con una lesión grave.
- Hace que temas por tu vida.
Violencia de pareja psicológica
Para poder identificar la violencia psicológica común -violencia de pareja-: lo que el agresor hace es humillar, infravalorar y atacar de forma psicológica directa o pasiva. Por lo que puede no ser percibida por la víctima, no son conscientes del maltrato y no hacen nada por detenerla. Así que es vital que leas con atención las siguientes situaciones de violencia psicológica y la evites en tus relaciones:
- Busca controlar cada detalle del tiempo que no están juntos (por ejemplo: si sales de casa o vas con amigos/amigas).
- Siempre te dice cómo quiere que vistas, pienses y te portes (por ejemplo: no deja que estudies o trabajes).
- Muchas veces te prohíbe relacionarte con ciertas personas, como tu familia y amigos.
- Al menos una vez te insulta, se burla de ti o descalifica públicamente.
- No te habla y actúa como si no existieras.
- Intenta convencer a tus amigos, familia o a ti misma de que estás loca, y/o te amenaza con meterte a un hospital mental.
- Muestra celos continuamente y te acusa de infiel (no te deja relacionar con personas del sexo opuesto).
- Crítica y no respeta tu apariencia, tus creencias, costumbres, tradiciones familiares y todo lo que haces.
- No reconoce tus cualidades, se enfoca en tus defectos.
- Sientes que no puedes negarte a hacer algo que te dice o más bien te exige.
- Te responsabiliza o culpa de todo lo malo que pasa, incluso de sus propios problemas (te acusa de causar la conducta violenta).
- Se enoja súbitamente, no puedes decirle nada y tienes miedo.
- Crees que si lo dejas nunca serás feliz y temes a su reacción.
Violencia de pareja sexualmente
Para saber cuando es violencia sexual, no es necesaria la penetración o el acto sexual. Pues abarca violaciones, forzar la concepción o aborto, mutilaciones genitales, acoso sexual, tocamientos indeseados, entre otros que podrían resumirse en los siguientes puntos:
- No respeta tu intimidad
- Alguna vez te ha obligado o presionado a tener relaciones sexuales
- Te hace daño cuando tienen relaciones sexuales (lastima tu cuerpo y/o genitales)
- A llegado a obligarte a tener relaciones sexuales sin protección
- Te obliga a prácticas sexuales con las que no estás de acuerdo y/o a prostituirte.
Estos pueden ser los tipos de violencia de pareja más comunes, pero igualmente, se le pueden sumar los siguientes:
Violencia económica
Reduce y priva a la pareja de recursos económicos, para manipular, coaccionar o dañar su integridad.
Violencia patrimonial
Se usurpa o destruye objetos, bienes y propiedades para dominar y producir un daño psicológico a la pareja.
Violencia social
Limita, controla e induce al aislamiento social a la persona, como algunos ejemplos en la violencia psicológica.
Violencia vicaria
Se controla, somete y agrede a personas que no están involucradas directamente con el conflicto, como llegan a ser los hijos y esto también tiene un impacto psicológico.
Una vez que te has dado cuenta que estás en una relación violenta de pareja, lo que para muchas personas no es fácil; el siguiente paso sería pedir o buscar ayuda, no sin antes proteger tu integridad y prepararte para irte. Hay muchas forma de salir de una relación abusiva, depende del agresor y de ti como víctima, lo único que es seguro es que debes terminar con esa situación lo más pronto posible, antes de que sea muy tarde. No estás sola.