En la nota pasada hablamos sobre la mirada masculina, concepto que fue introducido por la académica y cineasta Laura Mulvey. Según la teoría de Mulvey, si se habla estrictamente de cine, la mirada masculina tiene más de 100 años de monopolio. Se podría decir que se ha convertido en el idioma oficial del cine. Pero la presencia de las mujeres ha revolucionado cómo se cuentan las historias hoy en día. La mirada femenina llegó para quedarse.
Las mujeres como dueñas de sus historias…
El female gaze se ha utilizado para referirse a la perspectiva que una cineasta (guionista / directora / productora) aporta a una película. Las cineastas a menudo intentan evitar presentar a los personajes femeninos como meros objetos sexuales. Les otorgan historias de fondo complejas, fuertes motivaciones y un papel activo en la trama de su historia.
Pero últimamente también es posible identificar la mirada femenina en otras disciplinas. Como lo son los álbumes de música conceptuales.
Natalia Lafourcade y su álbum “Hasta la Raíz” es un ejemplo de la maravillosa complejidad que vive dentro de las mujeres, y que cuando es explorada y contada, nos brinda una perspectiva más real y certera de las emociones que atraviesan a las mujeres.
Te recomiendo también los siguientes discos; “SOUR” de Olivia Rodrigo, “Colección de canciones sencillas” de Lorena Álvarez, “CTRL” de SZA, “Déjenme Llorar” de Carla Morrison y “GIRLS” de Yung Baby Tate.
La mirada femenina reconoce a las mujeres como personas con sentimientos, personalidades y sueños. La female gaze reclama el espacio que las mujeres ocupamos en el mundo, cuenta nuestras historias y se deshace de aquel estereotipo en el que sólo somos el interés romántico o sexual del protagonista masculino.
Y este es precisamente el poder de la mirada femenina. En el mejor de los casos, retrata la gama completa de vidas de las mujeres en lugar de centrarse en el 0,001% del tiempo en que esto implica estar sexy y desnuda.
La mirada femenina en las películas puede lucir así:
En esta escena de la película Retrato de una mujer en llamas (2019) la directora Céline Sciamma, quería representar el consentimiento antes de un beso. ¿Cuántas veces hemos visto besos “apasionados” que inician con un jalón, o con un arranque de pasión?
El velo que las protagonistas utilizan simboliza consentimiento, ya que las dos tienen que bajarse la prenda para poder besarse. Céline Sciamma nos recuerda que consentir es necesario y cool.
¿Existe la mirada femenina?
Sí y no. El argumento de que el deseo de las mujeres se expresa mejor a través de la sensación que con la mirada puede evocar el cliché de que el deseo masculino es “visual” mientras que el de las mujeres es “sensorial”. Pero es cierto que la vida interior de los hombres siempre se ha transmitido a través del sonido y la sensación. Películas como Duro de matar, El club de la pelea y Rambo se han convertido en las favoritas del público masculino ya que bombardean los sentidos con la angustia y la agresión.
Entonces, ¿hay una mirada femenina? Ciertamente, los hombres atractivos abundan en el cine. Pero yo diría que no existe un equivalente femenino directo de la mirada masculina. La mirada masculina crea un desequilibrio de poder. Apoya un status quo patriarcal, perpetuando la cosificación sexual de la mujer en la vida real.
Es simplista suponer que las películas de mujeres serán automáticamente feministas y hechas a través de la visión de la mirada femenina, pero es cierto que las películas realizadas por mujeres pintan a las mujeres como son: seres humanos pensantes que son capaces de explorar el mundo.
“Piri timbiín lis himbris sin cisificidis”
Entonces, si la mirada masculina objetiviza a las mujeres, entonces la mirada femenina debe ser el espejo opuesto, ¿verdad? como grabar primeros planos de pectorales y abdominales. (Coff, coff, Magic Mike, coff, coff).
Hmm, no del todo. La respuesta es un poco más complicada. La “mirada femenina” no se trata de afirmar el dominio femenino en la pantalla. Tampoco significa que, por lo tanto, podamos cosificar a los hombres de vuelta.
Eso es porque la mirada masculina no se trata solo de cosificar a las mujeres. Una perspectiva masculina no tiene por qué significar que las mujeres sean objetivizadas (aunque, la mayoría de las veces, esto es cierto).
Es una forma de explicar una visión masculina limitada, donde el resto de los personajes existen principalmente para servirle a él, a sus intereses y a su historia.
Existe el argumento instintivo que insiste en que tanto hombres como mujeres se cosifican en la pantalla. Pero es como decir que el racismo inverso existe… Multa. Este argumento no tiene en cuenta constantemente se presenta a las mujeres como objetos sexuales.
La Iniciativa Hawkeye hace un gran trabajo al mostrarnos lo inusual que es ver a los superhéroes masculinos abiertamente sexualizados como lo son las superheroínas femeninas, simplemente intercambiando poses y vestuarios de personajes femeninos con masculinos.
Cuando intercambiamos los papeles, luce ridículo e innecesario, ¿cierto?
¿Qué otros ejemplos conoces de la mirada femenina? ¡Déjanos en los comentarios películas, series, canciones y hasta libros!