Cuando se trata de salir de excursión siempre te emociona desde antes porque no conoces qué puedes esperar, solo sabes que vivirás una experiencia increíble y mágica. Eso fue lo que nos pasó cuando nos enteramos que íbamos a ir a al tour de Chichén Itzá de Grupo Xcaret.
Lo primero que hicimos desde antes fue preparar la cámara para tomar muchas fotos, ropa cómoda y tenis (por la caminata). El punto de encuentro para tomar el camión fue en la PasteleterÍa de Malecón Las Américas a las ocho de la mañana. De ahí nos dirigimos a una estación de autobuses en la cual nos dividimos en dos grupos, de los que iban hacer el tour Clásico o el Deluxe. Nosotros tomamos la opción Deluxe, que incluye un desayuno de una baguette, un jugo y un rico pan de elote.
RUTA CANCÚN-CHICHEN ITZÁ
El camino fue largo pero después de dos horas, llegamos a Chichén Itzá, que es una de las maravillas del mundo moderno. Ya en la entrada el guía nos repartió una botella de agua y nos dividimos en dos grupos (los que hablaban inglés y los de español).
Ahí el guía nos llevó por un camino de terracería y tuvimos una vista increíble de toda la ciudad maya. El guía nos empezó a explicar detalles de la civilización maya, de que eran expertos en la astrología, matemáticas y arquitectura, entre otras cosas. Recorrimos todo el lugar que tiene una cancha de juego de pelota en la cual se hacían sacrificios, entre otros edificios, y nos sorprendimos con los pequeños detalles como figuras talladas en piedra como calaveras y dioses mayas entre los que se encontraban Tlaloc (dios de la lluvia) y Kukulcán (serpiente emplumada).
En Chichén Itzá estuvimos una hora con el guía y otra hora de tiempo libre para tomar muchas fotos y recorrer el mercado en el cual se venden artesanías y recuerdos de la civilización maya.
Después nos dirigimos al mágico Valladolid, en donde se encuentra el Cenote Zaci que está en medio del pueblo. Ahí estuvimos media hora y pudimos disfrutar de sus bellezas naturales como el agua transparente con muchos peces y una vegetación única; un cenote que vale mucho la pena visitar.
Ya era hora de comer y nos dirigimos caminando al centro de Valladolid al restaurante “La Casona”. Lo mejor de todo es que fue un buffet de comida típica yucateca: salbutes, brazo de reina, longaniza de Valladolid, cochinita pibil, así como pizzas y hamburguesas. Simplemente delicioso.
Caminamos a la iglesia principal y al parque que se encuentra enfrente. Pudimos disfrutar de las típicas sillas dobles y caminamos un poco por las calles coloniales de muchos colores. Ya para finalizar nos dirigirnos hacia el autobús de regreso a Cancún.
Te puede interesar: Haz de los deportes acuáticos tu hobby
El recorrido de regreso fue bastante tranquilo en el cual la mayoría de las personas se quedaron dormidas. Lo mejor de todo es que no necesitas preocuparte por el regreso porque a muchos de los turistas los dejaron en la puerta de su hotel y a nosotros nos dejaron en la Pastelería de Malecón Las Américas.