En los últimos años, el desarrollo de la inteligencia artificial ha transformado profundamente el entorno digital en el que crecen niños, adolescentes y adultos jóvenes. Su uso en herramientas de búsqueda, entretenimiento, educación y redes sociales se ha vuelto cotidiano. Sin embargo, esta integración plantea efectos relevantes en la salud mental que distintos estudios ya comienzan a documentar.
📊 Preocupación entre adolescentes y jóvenes
Un informe elaborado por Profuturo encuestó a más de 1,200 jóvenes de entre 14 y 22 años en Estados Unidos. La mayoría había probado al menos una vez herramientas basadas en inteligencia artificial. Entre sus usos más comunes se encuentran:
Búsqueda de información específica (53%)
Generación de ideas para tareas (51%)
Organización de trabajos escolares (46%)
Varios jóvenes mencionaron que la inteligencia artificial les permite explorar temas personales sin miedo a ser juzgados. La curiosidad por su rapidez, adaptabilidad y capacidad para simular respuestas humanas fue una constante.
Pese a estas ventajas, surgieron preocupaciones:
El 24% teme que estas herramientas fomenten el plagio.
El 22% muestra inquietud sobre el manejo de su información personal.
El 17% percibe falta de precisión o sesgo en las respuestas.
Para quienes viven en entornos vulnerables, los obstáculos van más allá del uso. Las limitaciones en conectividad y dispositivos restringen su acceso, lo que puede ampliar las brechas educativas. Profuturo destaca que los grupos con menores ingresos reportan menor conocimiento de estas tecnologías, aumentando la percepción de desventaja.
Entre beneficios y riesgos emocionales
La revista The Lancet publicó un análisis que advierte sobre los posibles efectos de la inteligencia artificial en la salud mental infantil y adolescente. Uno de los puntos más relevantes es el uso de algoritmos para generar contenidos manipulados como imágenes y videos. Estos materiales, difíciles de diferenciar del contenido real, pueden alterar la percepción y generar confusión emocional.
También se identifica el uso de esta tecnología en agentes conversacionales o sistemas de recomendación, los cuales pueden influir en el comportamiento y las emociones. The Lancet subraya que el impacto de la inteligencia artificial dependerá de cómo se diseñen estas herramientas y de la capacidad de los usuarios para interactuar con ellas de forma informada.
La publicación insiste en que, si no se actúa pronto, se repetirá el patrón de otras tecnologías, como las redes sociales, cuyas consecuencias se abordaron cuando ya estaban profundamente integradas en la vida cotidiana de los jóvenes.
El entorno digital y la inteligencia artificial en la salud mental
La Universidad de Oxford, citada en el mismo informe, pone el foco en la importancia de la colaboración entre instituciones, educadores y familias para prevenir impactos negativos. Según los investigadores, los riesgos de exposición a contenidos manipulados, sistemas de autodiagnóstico para trastornos como ansiedad o depresión, y recomendaciones de contenido que fomenten estereotipos, son algunos de los elementos que podrían influir en la salud emocional de los adolescentes.
🧠La inteligencia artificial también influye en la toma de decisiones


El uso intensivo de herramientas de inteligencia artificial podría modificar la forma en que se construye el pensamiento crítico. Algunos adolescentes señalaron que depender demasiado de estas plataformas reduce la capacidad de análisis y dificulta el proceso de reflexión personal.
Educadores consultados en el informe de Profuturo también han advertido que esta tecnología puede ser usada para realizar tareas de forma superficial, sin fomentar el aprendizaje profundo. Por ello, se sugieren estrategias pedagógicas que obliguen a verificar la información y a reflexionar sobre los resultados obtenidos con ayuda de la inteligencia artificial.
Testimonios y advertencias desde la experiencia digital
Jorge B., especialista en ciberseguridad, compartió su experiencia a El País al recordar cómo, desde los 12 años, accedió a espacios en línea que contenían contenidos peligrosos sin necesidad de buscar en la “internet profunda”. Advierte que la inteligencia artificial facilita la creación de identidades falsas y materiales dirigidos a públicos vulnerables, como niñas y adolescentes.
Marc Rivero, investigador de Kaspersky, refuerza esta perspectiva al señalar que los algoritmos pueden exponer a los menores a contenidos inadecuados o a grupos en línea con actividades ilícitas. La personalización excesiva, impulsada por inteligencia artificial, puede generar ansiedad, aislamiento o inducir comportamientos de riesgo.
📍 Educación y regulación en torno a la inteligencia artificial
El estudio Estar en línea: niños y padres en Internet, también citado por El País, señala que el 47% de los menores en España acceden a dispositivos conectados antes de los siete años. A pesar de ello, el 75% de los padres considera que sus hijos no cuentan con conocimientos suficientes para navegar de forma segura, y el 24.5% nunca aborda estos temas en casa.
Los expertos coinciden en que la formación temprana, la supervisión y una regulación efectiva son las herramientas más sólidas para enfrentar los desafíos que plantea la inteligencia artificial en la vida emocional de los más jóvenes.
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