Para una buena relación es necesario aplicar las seis “C”

Tener una buena relación, no se da de la noche a la mañana. No se pueden usar soluciones mágicas, ni existe una varita para evitar todo lo malo.

Necesitas una serie de elementos para que logres mantener una sana y fructífera relación: conexión, contacto, cariño, confianza, comunicación y compasión.

Sin embargo, ten presente que cuando no hay química, sino no se da, no se dio y se continúa.

¿Qué son estás 6 “C”?

Estás seis palabras, aunque puedan escucharse como sencillas y fáciles de describir o hacer, la realidad es que no es así. En algún punto llegan a ser tediosas o difíciles a la hora de llevarlas a la práctica. Poco a poco te explicaré cada una y comentaré algunos ejemplos.

  • Conexión: Hay que aclarar desde este punto lo que se refiere el conectar con alguien. Aunque se pueda entender como hacer un “match” o click a primera vista, no, esto no es a lo que se refiere. Hacer conexión con alguien va más allá de lo físico. Se trata del descubrimiento de la otra persona de forma continúa. El conocer a la otra persona en su lado más sensible y tú también compatir la tuya sintiéndote cómodo. Algunos ejemplos podrían ser el conocer sus gustos favoritos, sus disgustos más extraños o compartir pequeños secretos de uno mismo. Si crees que necesitas más tips para conectar con tu pareja, puedes consultarlo en Cómo conectar emocionalmente con tu pareja de ZANKYOU.
  • Contacto: Aunque a primera leída pareciera referirse sólo al contacto físico, esto no va por ahí. Es claro que tener demostraciones de afecto físico con consetimiento por parte de los dos es importante, sin embargo, también es valioso que ambos tengan una interacción continua respetando los espacios de cada uno. El conocer sobre el bienestar del otro, tener un enlace y trato, que sea visible. El preguntar cómo se siente o cómo le fue en el día puede ser un inicio.
  • Cariño: El amor y sus demostraciones están de cajón. Recuerda que existen diferentes formas de amar y que no todos lo hacemos de la misma manera. Por lo que querer a tu pareja implicará que hayas acompletado las primeras dos “C” para que sea más sencillo saber de qué manera puedes demostrar tu cariño hacia tu pareja. No siempre debe ser algo grande y muy elaborado. Escribir notitas con buenos deseos o incluso hacer el desayuno sin el ingrediente que no le gusta podría ser una opción.
  • Confianza: Tener seguridad y esperanza firme sobre la otra persona, así como de uno mismo es fundamental. Si sientes que no se puede o no lo hay de todo, es importante hablar con tu pareja y tener un diálogo sobre aquello que te incomoda.
  • Comunicación: Ligado con el punto anterior, es valioso y la base de cualquier tipo de relación, no sólo en las de pareja, el aprender a comunicarse con la otra persona. Nunca te quedes callado, habla, siempre respetando y siendo lo más asertivo posible. La solución a casi cualquier problema, incomodidad o decisión se resuelve con una charla de habla y escucha abierta con la otra persona. Reserva un día de la semana para que haya un diálogo constante con la otra persona de cómo se sienten estando juntos.
  • Compasión: Sobre todo siempre se debe recordar que ninguna relación es perfecta, pero sí mejorable. Siempre el recordar que somos humanos y cometemos errores está más que bien. Sentir lo que siente el otro y tratar de ser apoyo en un momento difícil es necesario, siempre y cuando no se pretenda una dependencia.

Estas son algunos puntos que entre sí van de la mano y que en conjunto te permitirán vivir una felicidad plena en tu relación. Ten en mente siempre que mientras esta sea sana, se sienta cómoda y genere una satisfacción verdadera. Esto no son remedios, son consejos, que si se practican cotidianamente reforzarán los lazos con tu pareja.

Por último, recuerda que en las relaciones se suma, y cada uno debe de crecer a su ritmo, con sus metas, tomando en cuenta sólo el apoyo del otro. No se debe ser dependiente a alguien, ambos deben de estar de acuerdo con las decisiones que se tomen. Ambos deben de dar de su parte para que la relación funcione.


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